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¿Qué gastos no contributivos financia la Seguridad Social?

Una de las situaciones que más preocupa a los actuales y futuros pensionistas de nuestro país es el déficit de la Seguridad Social. Un desequilibrio financiero que suele esgrimirse como argumento para sembrar incertidumbre sobre la sostenibilidad de nuestro sistema público de protección social.

Esta recomendación implica que las cotizaciones a la Seguridad Social con las que se financia el Sistema se destinan exclusivamente a cubrir las prestaciones contributivas de la Seguridad Social, es decir, aquellas que están vinculadas a la cobertura de contingencias que pueden en determinados momentos impedirle trabajar para una persona física, salvo el desempleo. . Si quieres más información, en esta guía te contamos cómo se financian las pensiones en nuestro país.

En la actualidad, y desde el mismo origen de la Seguridad Social, nuestro sistema de pensiones ha asumido unos gastos comúnmente denominados incorrecto ya que nada tienen que ver con ese carácter contributivo. Estos gastos incluyen prestaciones no contributivas (asistenciales), políticas de incentivo al empleo mediante reducción de cuotas, políticas de apoyo a la familia o gastos de funcionamiento que, de acuerdo con las recomendaciones del Pacto de Toledo, deberán ser imputados a los Presupuestos Generales del Estado y que servirán para superar el déficit financiero del sistema.

Una opinión compartida por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) que considera “Viable cerrar el déficit estructural existente en la Seguridad Social, mediante la asunción por parte del Estado de determinados gastos que ahora soportan las cotizaciones. El déficit estructural identificado en el corto plazo supone un riesgo acotado para la sostenibilidad de la Seguridad Social tal y como debe verse en el contexto de todas las administraciones públicas. según lo publicado en su Opinión sobre la Sostenibilidad de la Seguridad Socialpublicado en enero de 2019.

La AIReF destaca que “La anomalía de nuestro sistema de seguridad social es el sesgo a favor de las cotizaciones por desempleo. De los casi 36 puntos de cotización, casi 8 puntos se destinan a prestaciones por desempleo. Esto hace que la parte contributiva de las prestaciones que paga el SEPE sea siempre excedentaria, incluso en los momentos de crisis con mayor nivel de paro”.

La Autoridad Tributaria agrega que â € œEn términos internacionales, la tasa de paro es comparativamente alta en España y se ha mantenido estable independientemente de la evolución de la economía. Frente a una media del 3,8% en países de nuestro entorno, la cotización por desempleo en España sería del 7,05% para contratos indefinidos y del 8,30% para contratos temporales”.

La AIReF concluye que si el Estado asumiera estos gastos indebidos “Aliviará las dudas sobre la sostenibilidad del sistema en el corto plazo y le permitirá enfocarse en los desafíos a largo plazo”.

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021, que acaba de ser aprobado por el Gobierno para su tramitación parlamentaria, ya prevé pasos en esta dirección, y el Ministerio de Hacienda ha previsto una transferencia de unos 14.000 millones de euros para cubrir parte de estos gastos.

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De esta forma, el sistema de pensiones español aglutina dos cuestiones: una gran cantidad de gastos cubiertos por los ingresos de las cotizaciones a la Seguridad Social y una menor contribución estatal, de ahí que hasta el momento haya un déficit mayor que el de otros países, situación que comenzará a revertirse una vez que se aprueben los presupuestos de 2021.