En los últimos años se ha producido una tendencia que ya es bastante habitual en el mercado laboral español. Se trata de recurrir al tipo de relación de trabajo plasmado en un contrato comercial entre una empresa y un profesional. El objetivo de la empresa es conseguir trabajadores al menor coste, con menos responsabilidades laborales, fiscales o legales. Veamos qué es este tipo de contrato y qué debes mirar.
¿Qué es un contrato mercantil?
Tabla de contenidos
En su definición más amplia, un contrato comercial, también conocido como contrato comercial, es un acuerdo legal bilateral que tiene carácter jurídico-comercial. Se firma entre dos empresas, dos autónomos o entre una empresa y un autónomo.
En las relaciones laborales, un acuerdo sobre prestación de servicios entre una empresa y un autónomo.
¿Por qué un contrato comercial?
Para algunos trabajos, especialmente en área de negocios, una empresa puede preferir no contratar personas. Lo hace para evitar pagar un salario fijo o contribuir a la seguridad social. En cambio, propone un contrato comercial, en el que el vendedor recibe una remuneración basada en comisiones cobradas sobre las ventas. La empresa paga una comisión solo cuando vende algo y por lo tanto tiene un gasto directamente proporcional a sus ventas.
Por tanto, en lugar de ser trabajador por cuenta ajena de la empresa, el trabajador se da de alta como autónomo y paga su cotización a la seguridad social. Parece claro que es un sistema muy beneficioso para la empresa, salvo por un matiz: teóricamente, el vendedor puede trabajar para varias empresas y por tanto, en algunos casos, puede compensarle por ser independiente.
Obligaciones y derechos de los trabajadores por cuenta propia
El comisionista que trabaje bajo un contrato comercial debe estar registrado en hacienda (en IAE). También deberá darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de seguridad Social. Es su responsabilidad pagar la cotización al sistema público de seguros. Por tanto, debes ser consciente de que estás obligado a ello, ya que estás realizando una actividad económica, aunque lo que ganes sea poco. Si no paga, las multas le vendrán a él, y la empresa que lo contrate no tendrá responsabilidad fiscal alguna, más allá de la retención del IRPF en su caso.
Los autónomos también deben presentar declaraciones trimestrales del IVA (y del IRPF si menos del 70% de sus ingresos están sujetos a retención a cuenta).
En el caso de una cotización con cuantía adicional por desempleo (indemnización), y siempre que se cumplan determinadas condiciones al dejar la actividad (pérdidas y tiempo mínimo de cotización), el trabajador autónomo tiene derecho a una prestación similar al desempleo. .
Figura independiente dependiente
Está claro que los contratos comerciales pueden dar lugar a muchos abusos. Este es especialmente el caso cuando las empresas los utilizan para evitar la obligación de cumplir con las leyes laborales. Era necesario aclarar la situación de aquellos autónomos que trabajan casi exclusivamente para un único cliente. Por eso se creó en 2007 el estatuto de autónomo económicamente dependiente. Si cumple con las condiciones indicadas en el sitio web del Ministerio de Trabajo, debe considerar si sus derechos son respetados y actuar en consecuencia.
¿Te compensa este tipo de empleo?
Como decía la canción: Depende.
Situaciones en las que no se le compensa
Si lo que buscas es un trabajo con cierta estabilidad económica y laboral, el tipo de convenio que es un contrato mercantil no te conviene, porque las empresas lo hacen normalmente cuando las ventas son muy difíciles de conseguir (si no, es más interesante que la empresa pague un salario fijo y algunas comisiones).
A veces es un formato interesante.
PAGSpodría ser una oportunidad para personas emprendedoras con habilidades comerciales. La principal ventaja es que puedes trabajar para varias empresas, y si conoces un sector y sabes moverte en una red de contactos, puedes conseguir una cartera de productos complementarios, de forma que te conviertas en una mini empresa de distribución o de servicios por el contrato autónomo mercantil.
Trabajando para empresas establecidas, tiene menos dificultad que comenzar su propio negocio desde cero. Pero después de un tiempo, tendrá que deja de ganar dinero para otros y crea tu propia empresa para que todos los beneficios de tu trabajo sean tuyos. Desde este punto de vista, puede ser una opción interesante para aprender y conseguir capital durante un tiempo.
En algunos casos, ser freelancer puede ser una ventaja obtener más trabajo, especialmente cuando las empresas necesitan a alguien para una pequeña cantidad de trabajo. El volumen puede ser demasiado pequeño para que alguien se plantee darse de alta como autónomo (digamos que estamos hablando de unos ingresos de 500 euros al mes, con 300 euros de cotización no valen), pero para los que ya están dados de alta, es una oportunidad para aumentar los ingresos.
Como cualquier instrumento, el contrato comercial no es fundamentalmente bueno o malo. Lo que importa es si te funciona o no. Así que analiza muy bien las propuestas, y si ves que algo es de dudosa legalidad, no dudes en denunciarlo.
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