Un nuevo proyecto empresarial o empresa necesita financiación. Se puede obtener de varias fuentes. A veces tienes una buena idea, una estrategia bien definida, pero te falta algo muy importante para empezar: el dinero necesario para la inversión inicial. Como puede ver a continuación, hay varias formas de superar este problema. Te estoy contando todo sobre la financiación de una nueva empresa.
Anticiparse: ahorro personal
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Si te estás planteando montar una empresa, un trabajo asalariado y no tienes prisa por poner en marcha el proyecto, lo ideal es empezar a ahorrar para el futuro ya. Los inicios de una empresa suelen ser difíciles, por lo que no es mala idea acostumbrarse, reduciendo drásticamente tu nivel de vida para acumular reservas que luego puedas utilizar para poner en marcha tu proyecto.
El círculo más cercano: el 3 F
En inglés se les llama «Family, Friends and Fools». De hecho, es tu círculo de allegados, los que pueden confiar en tu proyecto porque te conocen. Este ingreso puede tomar varias formas (donación, préstamo, capital), pero tenga cuidado con las consecuencias de cada opción.
Subvenciones públicas (o privadas).
Existen principalmente dos tipos: los que puedes conseguir porque cumples determinados requisitos administrativos y los de concurso. Obviamente, siempre debes pedir los primeros. Os costará poco tiempo, y aunque os pague tarde, son bienvenidos. Los más habituales son los administrados por la Comunidad Autónoma por cuenta del Estado para personas físicas que han estado en situación de desempleo y están dadas de alta como autónomos. Se pierden por completo, y los 5.000 euros (un poco más si eres mujer) siempre sirven. Si tienes derecho a él, no te olvides del pago único, aunque no es precisamente un subsidio (más bien un anticipo de la prestación por desempleo).
También puedes participar en diversos concursos, organizados por administraciones públicas, fundaciones o empresas privadas. Pero hay que reconocer que necesitará un proyecto bastante innovador. Si estás pensando en montar un bar tradicional, olvídalo.
prestamos para emprendedores
No son tiempos muy fáciles para la financiación, por lo que no está de más que existan préstamos a emprendedores organizados o avalados por organismos públicos. Puedes intentar conseguir un préstamo en el Instituto de Crédito Oficial o acudir a organismos públicos como Aval Madrid que te ayudarán a conseguir mejores préstamos, sobre todo en garantías personales.
créditos bancarios
No puedes olvidar visitar todos los bancos que puedas, incluso distintas oficinas bancarias de una misma empresa. Hay que reconocer que hoy en día es difícil financiarse únicamente sobre la base de los beneficios esperados del proyecto, por muy detallado y explicado que sea. Lo más probable es que te pidan garantías personales y solo tú podrás valorar si las condiciones son aceptables.
Sociedades de capital riesgo
Hay inversores que entran en el capital de empresas con mucho potencial. Aportan dinero porque creen que a medio plazo podrán vender su participación con altas ganancias. De todas las formas de financiación que he mencionado, estas son probablemente las más exigentes y profesionales. No solo piden dinero prestado. Entran en el capital y eso significa participar en la estrategia de la empresa.
El propio perfil de este tipo de empresas implica dos cosas. En primer lugar, no invertirán en pequeñas empresas locales, sino en proyectos con fuerte potencial de crecimiento. Y lo segundo es que no suelen venir en los primeros días del proyecto, sino que aparecen cuando el proyecto ya está funcionando y necesita más capital para pasar a otro nivel.
Los ángeles de negocios
Hay personas que tienen activos consolidados, normalmente obtenidos a través de la empresa y que deciden participar en nuevos proyectos. Cada Business Angel es diferente, pero hay que tener muy claro que, a diferencia de los bancos o las empresas de Venture Capital, ellos invierten su propio dinero, por lo que serán muy exigentes. Puedes aportar tu propia experiencia y contactos, lo cual es muy positivo.
comenzar humildemente
Si el dinero no te llega al principio, la alternativa a pedir dinero externo es volver a analizar tu proyecto para ver si no puedes empezar con menos recursos. Por ejemplo, alquilar equipos en lugar de comprarlos, o comprarlos de segunda mano en lugar de nuevos, buscar una ubicación más pequeña, contratar menos personal, etc. No se trata de poner en peligro el proyecto, sino de empezar de una manera más humilde, asumiendo menos riesgo financiero.
Tienes un plan de negocios
Salvo ahorros personales y pedir dinero a conocidos, necesitarás preparar un plan de negocios. Incluso en los dos casos anteriores, es recomendable hacer uno: para ti, para entender mejor tu proyecto y tener unos objetivos de resultados, y para tus familiares y amigos, el plan de empresa puede ser una forma de demostrar que te lo tomas en serio. tú mismo. proyecto..
Con bancos, organismos públicos, sociedades de capital riesgo o Business Angels, el plan de negocio es simplemente imprescindible. Es tanto la tarjeta de presentación de su proyecto como la demostración de su potencial. Si necesita ayuda para prepararlo, siempre puede solicitar asesoramiento externo, por ejemplo, Kerfant Financial Consulting.
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