Los refugiados afganos son ciudadanos de Afganistán que han abandonado su país como consecuencia de las continuas guerras que ha sufrido el país desde la Guerra de Afganistán (1978-1992), la Guerra Civil Afgana, la Guerra de Afganistán (2001-2014) y la de Afganistán ( 2015-presente) o persecución.
Los tres puntos importantes sobre los refugiados afganos en España
Tabla de contenidos
- Las principales organizaciones que se ocuparon de su integración valoran positivamente el proceso de acogida
- No hay constancia de ningún refugiado afgano procedente de España que haya regresado a su país
- A un año del regreso de los talibanes en Afganistán: fracasos, pobreza y falta de libertad para las mujeres
Un año después de la llegada de miles de refugiados afganos a España, tras la llegada del régimen talibán al paíslas principales organizaciones que se ocuparon de su integración hacen un balance positivo del proceso de acogida en el que siguen inmersos dos tercios de los ciudadanos que aterrizaron en el aeropuerto de Torrejón (Madrid) en agosto de 2021.
La mayoría, tal y como apuntan las entidades, es la que encuentra mayor dificultad para acceder a la vivienda.
Tanto Accem como el Comité Español de Ayuda a los Refugiados (CEAR) destacaron la «rápida» actuación de España ante los acontecimientos y la reacción del Gobierno en cuanto a respuesta y agilidad en la tramitación de las solicitudes de protección internacional solicitadas por los afganos evacuados . .
“Se les dio una vía preferencial para solicitar la protección”, destacó la directora de Política y Campañas de CEAR, Paloma Favieres, quien también destacó la “resolución ágil” que llevó a cabo la Oficina de Asilo y Asilo (OAR) en su día de actas.
Una de las encargadas de encaminar a estas personas al sistema de acogida español fue la directora general del Sistema de Acogida en materia de protección internacional y temporal, Amapola Blasco, quien admitió que, aunque tiene más de 15 años de experiencia en estas situaciones, el día que lo marcó.
“Nunca había visto algo así”, explicó en una entrevista con Europa Press.
Según recordó, aquellas personas llegaron a España después de días en el aeropuerto de Kabul, que en algunos casos habían «entrado por las cloacas». Algunos de ellos, según indicó, solo llegaron «con una bolsa de plástico» como equipaje.
«Los vi salir de una situación terrible», señaló, para indicar que los recién llegados se mostraron «muy agradecidos» y «muy cariñosos» con quienes allí los esperaban.
Mención especial merece uno de los momentos más emotivos que, según Blasco, vivió aquellos días, y fue el reencuentro en Torrejón de uno de los traductores del ministerio con su madre y hermanas que venían en uno de los vuelos.
De un día para otro
El director general del Sistema de Acogida destacó la labor del Gobierno hace un año y apunta principalmente a dos momentos. La primera, donde les pidieron que se prepararan para la llegada de los refugiados y que fue prácticamente de la noche a la mañana.
“Me avisaron el viernes y dijeron que la llegada podía ser sábado, domingo o lunes”, recordó.
El principal hándicap que tenía el equipo era que no sabían «nada» de los pasajeros, «ni cuántos, ni quiénes, ni siquiera si eran núcleos familiares», explicó Blasco, que según señaló, desde el primer vuelo todo fue muy . más dinámico porque «aprende de la experiencia».
Así, en el camino se decidió ampliar la zona infantil que, en un principio, habían diseñado más pequeña, o se mejoró la división de las primeras zonas de recepción.
“Estábamos mejorando principalmente la logística y aprendiendo con cada vuelo”, explicó Blasco, quien recordó que finalmente el sistema funcionó hasta el punto de que nadie permaneció más de 48 horas en el dispositivo receptor del aeródromo.
Y aunque esta acogida fue una situación extraordinaria por sus circunstancias, el director del Sistema de Acogida admitió que este trabajo no se hubiera podido realizar sin la «experiencia de reubicación» de personas que ya tiene el Ejecutivo, sobre todo con personas del Líbano o Jordania.
Aprendizaje para la llegada de los ucranianos
Sobre si esta actuación sentó un precedente en situaciones posteriores, como la acogida de desplazados por la guerra en Ucrania en marzo de 2022, Maite Bueno, del área de acogida de Accem, ha explicado que, junto a los afganos, se demostró que «la sistema tiene la capacidad de reaccionar’ y que si bien es ‘importante’ no tener que ‘trabajar por reacción’, se determinó que ‘se puede hacer’.
Por su parte, Amapola Blasco explicó que, con los afganos, comprobó «la importancia de la documentación»que luego se entregó a las personas desplazadas de Ucrania. “Hemos aprendido que es mejor documentarlos lo antes posible. Si no pueden, tienen muchas dificultades para acceder a los recursos». indicó.
Muchos de los afganos que llegaron, según Blasco, no tenían pasaporte porque «mucha gente no lo saca» o porque «son jóvenes o niños».
Fueron estas personas las que tuvieron mayores dificultades para avanzar en el sistema de recepción. Por eso, enfatizó el Director General, se hicieron tantos esfuerzos en ese momento cuando llegaron los ucranianos desplazados.
“En este sentido, también le transmití a la ministra la importancia de crear centros de acogida”, dijo Blasco, quien apuntó a la puesta en marcha de Centros de Acogida, Atención y Derivación (CREADE) que se abrieron en distintas ciudades de España.
3.900 afganos evacuados
En total, desde el primer vuelo de evacuación, el 15 de agosto de 2021, el Gobierno ha realizado tres operativos (Antígona I, II y III) que permitieron el traslado de 2.561 personas hace un año y, junto a las que llegaron el 21 de julio y los de este miércoles superarían los 3.900.
Desde Moncloa destacan que entre las personas evacuadas por el Gobierno español se encuentran excolaboradores directos del país, colaboradores civiles de países de la UE y la OTAN y personal diplomático, cuyas vidas corrían peligro tras el restablecimiento del régimen talibán en Afganistán .
Además, esta semana recibió a más de 350 refugiados pertenecientes a dos vuelos: uno en abril y otro el 10 de agosto.
desenfocado
Precisamente, el conflicto de Ucrania es una de las principales preocupaciones de los refugiados que llevan un año en el país y que, según han explicado las ONG, ven cómo se ha desviado la atención. No por su situación, como señalaron las organizaciones, sino por las medidas de reagrupación familiar o el traslado de familiares que se quedaron en Afganistán o huyeron a terceros países.
Precisamente el miércoles llegó al aeropuerto de Torrejón un nuevo vuelo con casi 300 refugiados afganos procedentes de Pakistán.
“Es importante hacer foco en que muchos familiares de los evacuados en agosto siguen necesitando protección y es necesario que no se pierda el foco interno sobre ellos”, explicó Bueno, quien recordó el trabajo psicológico que se está haciendo con los refugiados. A este respecto.
El responsable del área de acogida de Accem ha destacado que este trabajo psicológico se realiza durante todo el proceso de integración en el sistema de acogida español, donde siguen presentes dos tercios de los casi 2.000 afganos que entraron en él.
Acceso a la vivienda
Bueno explicó que los que no entraron o los que salieron (alrededor de 700) son en su mayoría personas que optaron por viajar a otros países, “principalmente a Alemania”, porque tenían redes familiares o de amistad con otras personas allá.
Por su parte, el jefe del área de acogida temporal de Accem, Héctor Pérez, aseguró que no hay registro de refugiados que estaban en el sistema regresando a su país de origen.
En cuanto a la estancia de refugiados en el sistema español, tanto Accem como CEAR responden con calificaciones positivas.
“Los objetivos se cumplen”, reconoció Bueno, mientras que la coordinadora de acogida de CEAR, Áliva Díez, destacó “las necesidades básicas fueron cubiertas bien y rápido”. Sin embargo, también señalan algunas de sus debilidades de las que, según indicaron, también se puede aprender. mejorado.
Lo principal que destacaron ambas entidades es el acceso a la vivienda. En concreto, lo consideran como uno de los mayores impedimentos para la inclusión de estas personas en la sociedad española y también para su objetivo de conseguir “una vida autónoma”.
“Les afectó el precio de la vivienda, el impacto del mercado post-Covid”, admitió Díez, quien explicó que eso provocó que muchas familias sufrieran “un retraso en el proceso habitual” que prevé en un proceso de inclusión. Esto también influye en el proceso de búsqueda activa de empleo, tal y como ha recordado el representante de Accem, que ha insistido: “Hay mucho camino por recorrer en materia de vivienda”.
En este sentido, también habló de las «dificultades contractuales» que pueden sufrir estas personas, así como de las consecuencias de no poder acceder a una vivienda en un barrio que ya conocían, lo que, a juicio de Bueno, podría ser un duro golpe. a sus expectativas.
Las entidades hablan también de las dificultades del idioma que, según indicaron, en el caso de hombres cualificados o que ya han trabajado con las administraciones españolas en Afganistán es más fácil, pero en otros es más lento.
En este sentido, CEAR se centró en el caso de las mujeres que suelen tener menos educación y principalmente aquellas que llegaron al país con una gran cantidad de hijos y les resulta más difícil integrarse fuera del hogar.
Por último, Accem pidió seguir incidiendo en el lado psicológico de estas personas, especialmente de aquellas que aún desconocen la situación de sus familiares.
EL POZO: NIUS DIARIO ESPAÑA
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