El curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), «La Seguridad Social ante la digitalización y la jubilación del baby boom: claves para su sostenibilidad financiera y social», comienza con una mesa de debate bajo el lema «Sostenibilidad financiera y gasto en Seguridad Social: proyecciones de gasto en pensiones a largo plazo.
La mesa ha sido moderada por el Contraloría General de la Seguridad Social, Manuel Rodríguez. Álvaro Pastor, asesor de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), María Teresa Quílez, subdirectora general de Planificación y Análisis Económico-Financiero de la Seguridad Social y Roberto Ramos en representación de Banco de España.
El Auditor General ha presentado el cuadro en el contexto financiero del volumen de déficit que soporta actualmente la Seguridad Social. Rodríguez destacó el buen comportamiento de los ingresos pero también el aumento del gasto con la reducción del Fondo de Reserva y la necesidad de financiación estatal a través de préstamos. El reto es encontrar nuevas fuentes además de un mayor aporte del Estado.
Álvaro Pastor, asesor de la AIREF, empieza por hacer un seguimiento del índice de revalorización de las pensiones (IRP), pero asumiendo que no se volverá a aplicar. En cuanto a la situación estructural del sistema, este mecanismo de ajuste desaparece y, por tanto, hay que buscar otras herramientas de ingresos y gastos. El punto de partida es identificar el déficit estructural y considerar que existe un deterioro estructural por envejecimiento que no se va a corregir por sí solo.
A su juicio, a corto plazo hay que financiar parte de gastos no contributivos como aguinaldos, etc. , con impuestos generales o traer determinados ingresos del SEPE. A la larga, el envejecimiento pondrá más presión sobre el gasto y se centrará en elevar la edad efectiva de jubilación, la carrera de cotización o mantener el factor de sostenibilidad.
En cuanto al conjunto de factores, en el datos demográficos, según las previsiones del INE, éramos partidarios de una «japonización», pérdida de población activa, alta esperanza de vida y baja inmigración. La Airef considera que hay margen de maniobra, con menor población, mejor calidad del trabajo y mayores flujos migratorios y fertilidad.
Nuestro escenario es un fuerte aumento de la población en 2050, principalmente por los flujos migratorios, seguido de la fecundidad y un gasto en pensiones que aumentaría considerablemente.
En cuanto al mercado laboral, la AIREF espera ajustes por parte de empresas y trabajadores. La tasa de actividad aumentaría, la tasa de desempleo se estima en torno al 8% y la productividad mantiene una tendencia histórica con un crecimiento moderado sostenido. El gasto en pensiones se reduciría con un mayor nivel de actividad.
A nivel institucional, las reformas de 2011 (elevación de la edad de jubilación y de la carrera de cotización) contendrán el gasto en pensiones. El PRI se considera exiliado por falta de apoyo político.
Por tanto, hay un reto a largo plazo que es identificar el déficit estructural y dar ideas sobre el tipo de medidas como profundizar las reformas de 2011que consistían en aumentar la edad efectiva de jubilación y la otra medida aumentar la carrera de cotización de 25 a 35 años, medidas por las que la AIREF se compromete profundizando las reformas de 2011.
para Subdirector General de Planificación y Análisis Económico-Financiero de la Seguridad Social en la Dirección General de Gestión de la Seguridad Social, María Teresa Quilez, procede a explicar sus modelos de previsión del sistema considerando las futuras adaptaciones del mercado laboral y de la sociedad y el continuo contraste con la realidad.
Según sus previsiones, la ya baja tasa de fecundidad en 2050 será aún menor, además de notarse un cambio de mentalidad en las mujeres.
El aumento de la esperanza de vida a los 65 años en 2017 es del 21,22% en años pasivos. En 2050 se estima que crezca hasta el 22,55%. Existe una gran probabilidad de que la población en España de más de 65 años aumente considerablemente, y será la población activa la que deberá mantenerlos, según la tasa de migración y paro, que se estima mejore.
En cuanto a los ocupados, se mantendrán estables. La tensión demográfica hace que el propio paro se reduzca a un margen medio del orden del 8%, pero con fuertes variaciones en la comparativa por edades, manteniéndose las cotizaciones.
Se prevé que la productividad sea deseable pero incierta. En cuanto a las proyecciones, al posponer el factor de sustentabilidad, el gasto aumenta más que el PIB, con una tensión en el gasto y hay que analizar si la economía es capaz de mantenerlo.
Interpreta que para hacer frente al aumento del gasto hay que buscar otras soluciones como un aumento de la productividad, aplicando en este caso el factor de sostenibilidad, actualmente no vigente, o aumentar la afiliación, la inmigración, siempre que se mantenga la productividad. Apostar por un empleo de mayor calidad.
En conclusión, tenemos un buen sistema publico de la Seguridad Social que tenemos que preservar. El sistema ha aguantado muy bien la crisis, hay que estar pendiente del diagnóstico ya que hasta el 2045 tendremos un reto demográfico muy importante con un aumento económico sostenible y una reordenación de las fuentes, fomento del empleo y de la empleo de calidad y el acceso de los jóvenes y la permanencia de los mayores en el mercado, más proporcional a la carrera.
roberto ramos, el representante del Banco de España, ha reiterado la línea de los anteriores ponentes. También ha analizado el debate sobre la sostenibilidad desglosando los factores que la determinan: factores demográficos (tasa de dependencia), factores económicos (tasa de empleo y masa salarial sobre PIB) y el factor institucional o tasa de beneficio (pensión media sobre salario medio) .
Reiteró que el mayor desafío es el factor demográfico. Se espera que la tasa de dependencia aumente considerablemente, casi duplicándose, y casi duplicando el gasto en pensiones.
Por tanto, es importante mirar la capacidad de las palancas de ajuste para hacer frente a ese reto y ver en qué medida una alta tasa de empleo puede compensar este aumento del gasto, algo que seguramente no se podrá asumir plenamente.
En sus conclusiones, estas palancas tienen un contenido limitado para absolver la incidencia demográfica. El desafío es que el aumento del factor demográfico hace que la tasa de ganancia sea menor en un contexto de equilibrio presupuestario, según los diferentes escenarios. Por lo tanto, no existe una palanca mágica que estabilice el sistema, lo que requiere reformas y evitar la inactividad, acometiendo reformas tanto por el lado de los ingresos como de los gastos.
Entre sus propuestas se encuentran: garantizar la sostenibilidad financiera y socialbuscando un apoyo social fuerte y continuado, hacen del sistema contributivo un sistema predecible y transparente con información amplia y clara y garantizar la equidad intergeneracional entre pensiones, para una mejor distribución del gasto tanto intrageneracional como intergeneracional.