La Tarjeta Social, llave del mapa de la pobreza

Paula Roch, directora general del Instituto Nacional de la Seguridad Social, Jorge Rincán, gerente de Informática de la Seguridad Social, y Pablo Rodríguez, director general de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León han sido los encargados de explicar el proyecto.

Ha sido moderado por Pedro Llorente, Subsecretario del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y Presidente del grupo de trabajo para el desarrollo de la Tarjeta Social. Llorente explicó que el proyecto avanza en reuniones semanales, a las que asisten representantes de varios ministerios y diferentes niveles de la administración (estatal, autonómica y municipal). Ya se han identificado más de 450 prestaciones públicas y situaciones subjetivas que formarán parte del proyecto.

Gracias a la tarjeta social, el ciudadano sabrá qué prestaciones recibe y qué pagos se le han realizado. Además, las Administraciones accederán a la información sobre el conjunto de prestaciones que percibe un ciudadano, además de otros datos como situaciones de vulnerabilidad (desempleo, dependencia, etc.). El análisis de datos agregados proporcionará un mapa de beneficios y vulnerabilidades que se puede utilizar para diseñar políticas públicas.

Ya se han identificado más de 450 prestaciones públicas y situaciones subjetivas que formarán parte del proyecto.

Como explica Paula Roch, directora general del Instituto Nacional de la Seguridad Social, “La Tarjeta Social será la llave para acceder a una macro base de datos con todas las ventajas de todos los niveles de gobierno, tanto estatal como autonómico o municipal. Sólo quedan fuera las subvenciones y las prestaciones en especie. Pero también incorporará información sobre situaciones subjetivas de vulnerabilidad e información de pago.

“El objetivo es construir, analizar y mejorar el mapa de la protección social en España”, dijo Roch, quien señaló que “supone una gran coordinación y una constante actualización entre administraciones”.

“El objetivo es construir, analizar y mejorar el mapa de la protección social en España”, dijo Roch.

“Se convertirá en una gran herramienta de análisis y estudio para las distintas administraciones. Será de gran utilidad en la lucha contra la pobreza, como baluarte de apoyo para el diseño de políticas sociales.

Jorge Rincán, responsable de TI de la Seguridad Social, se ha centrado en el soporte tecnológico necesario para llevar a cabo este proyecto. “Solo se logrará con la cooperación de todas las administraciones públicas”, dijo. “El volumen de datos es muy alto. Estamos hablando de 15 a 20 millones de beneficios y se esperan entre 1,5 y 2 millones de variaciones de ese dato cada año. “Para eso, nos vamos a apoyar en cosas que ya existen.

La tarjeta incluirá “cómo se identifica al ciudadano, qué prestaciones y qué se le ha cobrado”, Jorge Rincón

Jorge Rincán ha dejado claro que “la Tarjeta Social da información, no da prestaciones. Los beneficios serán administrados por las mismas personas que ahora.

Queda por ver si el medio será físico o solo una identificación virtual, “aunque es muy posible que exista una tarjeta física que sirva como identificación para acceder a la información”. En definitiva, incluirá “cómo se identifica al ciudadano, qué beneficios y qué ha recibido”.

“Habrá dos perfiles de acceso, el de ciudadano y el de servidor público, que tendrá que identificar al ciudadano que quiere consultar. Y que podrás acceder a los datos para el análisis de datos”. Todo ello “se dará un nivel muy alto de protección de datos”.

Pablo Rodríguez Hoyos, director general de Familia y Políticas Sociales de la Junta de Castilla y León, explicó la experiencia en su comunidad autónoma. “No tenemos la tarjeta social, pero hemos puesto mucho empeño en integrar la información.

“Manejar adecuadamente la información es útil para políticas proactivas, para que las personas puedan integrarse plenamente y no volverse dependientes de los beneficios”, dice Rodríguez. “Al segmentar convenientemente la información, podemos incluso prevenir situaciones indeseables de necesidades sociales, económicas y de marginación”.

“Manejar adecuadamente la información es útil para políticas proactivas, para que las personas puedan integrarse plenamente y no quedar dependientes de las prestaciones”, P. Rodríguez

“En Castilla y León, el historial social único y el registro único de usuarios son dos elementos fundamentales que nos permiten tener una información unificada. Integran información de la administración regional y de los municipios. Su mayor ventaja es la individualización de la respuesta. “Además, estamos trabajando para cruzar la historia social con la historia clínica en el futuro. Es importante que el personal de salud tenga acceso a la historia social y que el trabajador social pueda acceder a la historia clínica”, explicó.

“La Tarjeta Social nos permitirá ser más ágiles, más efectivos, más transparentes y conseguir acciones más personalizadas”.

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