Incluso en tiempos de crisis, las grandes tendencias demográficas significan que existen oportunidades de negocio. Un hecho innegable es que la población española está envejeciendo, producto de la notable mejora de las condiciones de vida y salud de las últimas décadas.
Según la OMS, se recomienda que haya 5 plazas en residencias de mayores por cada 100 personas mayores de 65 años. En España, el último dato publicado por el Imserso es de un 4,2% de media para el conjunto de España. Ya estamos por debajo de la media recomendada en todo el país, pero si vamos a los datos por provincias, podemos ver diferencias muy grandes, entre el 2,4% de Sevilla y casi el 11% de Guadalajara (que, sin duda, se explicará por cerca de Madrid).
El concepto de residencia de mayores no está muy presente en la cultura española, donde tradicionalmente ha existido una fuerte cohesión familiar. Las personas mayores suelen vivir junto a sus hijos y cuidar a sus nietos. Si los niños viven hasta tarde en casa con sus padres, parece lógico que cuando las cosas se compliquen para los mayores, puedan vivir en casa de sus hijos, como ha sido tradicionalmente.
Sin embargo, dos factores contribuyen a la creciente demanda de plazas residenciales.
En primer lugar, si vivimos más, tenemos que vivir con más dolencias, y es difícil tener la atención médica necesaria en casa, mientras que las residencias cuentan con personal cualificado.
En segundo lugar, es innegable que los comportamientos son cada vez más individualistas, incluso con la propia familia. Es una tendencia de todos los países desarrollados. Cada uno valora cada vez más su propio espacio, ocupando su tiempo libre y vemos cada vez más difícil los compromisos que se pueden asumir para cederlo.
Sin embargo, la situación económica, sin duda, se está desacelerando. Las residencias no son nada baratas (hay que considerar un coste diario de 70 euros) y tanto las familias (para residencias privadas) como las Comunidades Autónomas (para residencias públicas o concertadas) no disponen actualmente de recursos suficientes para ver un aumento espectacular de oferta . Pero eso no significa que haya y habrá mucha demanda.
Antes de lanzar tu idea, pruébala con un buen plan de negocio
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