Las estadísticas de afiliación a la Seguridad Social que conocemos cada mes se centran principalmente en una cifra de afiliación media que refleja el número medio de trabajadores que están dados de alta en la Seguridad Social cada día laborable del mes.
La ventaja de este indicador es que es más estable que el dato del último día del mes y ofrece una fotografía más realista que la evolución de ese período.
La desventaja es que los datos están influenciados por la época del año, por la estacionalidad, por tendencias a largo plazo que se repiten cada año en determinados períodos. Por ejemplo, la membresía generalmente cae en agosto y diciembre; o subir cuando lleguen las vacaciones de Semana Santa. Por eso las estadísticas también reflejan la datos desestacionalizados que presentan una estimación en la que se corrige la influencia de la época del año, según la experiencia de años anteriores.
Este año, el mes de marzo se ha visto afectado por un efecto totalmente impredecible y que impide que se tengan realmente en cuenta los citados datos, la pandemia de covid-19.
Según ha explicado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, durante la rueda de prensa de presentación de estos datos â € œeEstamos en una situación excepcional y los datos son excepcionales.
Por tanto, en esta ocasión y con carácter excepcional, el dato medio (19.006.760 afiliados) que se suele dar oculta lo que realmente ha ocurrido con la evolución del empleo y no refleja el impacto del COVID-19. Los datos a cierre de mes (18.445.436 afiliados) explican mejor el perfil intramensal en esta ocasión.
Dos tendencias, antes y después del 12
La serie diaria refleja que, a partir del 12 de marzo, se ha producido una fuerte caída del empleo que hasta entonces crecía razonablemente. De los 19.279.415 afiliados registrados el 29 de febrero, la afiliación al 12 de marzo asciende a 19.336.071 ocupados.
En la primera parte del mes, hasta el 11 de marzo, la tendencia fue de creación de empleo con un incremento de unos 65.000 afiliados. Del 10 al 31 de marzo hubo una caída de casi 900.000, un 3%. La media mensual muestra una caída de unos 250.000 empleados de media, lo que camufla la realidad en esta ocasión.
Sin embargo, a partir del día 12 también se observan diferentes tendencias y, mientras en los primeros días la destrucción de empleo es intensa, cuando empiezan a activarse medidas excepcionales como los ERTE, esta destrucción de empleo se ralentiza.
Para entender la magnitud de lo ocurrido, el ministro Escrivá ha comparado la situación provocada por la pandemia del coronavirus con la crisis de Lehman Brothers entre finales de 2008 y principios de 2009. “La caída de 900.000 afiliados es similar a lo que pasó entonces, pero ten en cuenta que esto ha pasado en 14 días y en esa crisis se registró esa pérdida en 101 días”.ha declarado.
El Gobierno ha aprobado una serie de medidas encaminadas a intentar asegurar los ingresos de los afectados por la crisis. Medidas que prevén ayudas directas a los afectados y destinadas a aliviar cargas y dotar de liquidez a empresas y autónomos.
Otro dato facilitado por el titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que informa de los efectos de estas medidas, es que la Seguridad Social ha recibido solicitudes de diferimiento de cotizaciones en una cifra 4 veces superior a cualquier otra semana del año. un.
Además, si hacemos una comparación con la situación de los países de nuestro entorno, la pronta respuesta del Gobierno en atención a todos los colectivos y personas afectadas refleja que España “It” TMs va más allá como garantía de ingresos para que pueda seguir adelante cuando termine la crisis. escribió Escrivá.